Con una superficie
de 286,16 hectáreas es un terreno que se encuentra limitado al sur por el
Arroyo de Gataperosa y dentro del cual está el embalse del Riscoso. Su historia
comienza a principios de siglo con la explotación de una mina de piritas que
permanecería abierta hasta los años 30, cuya propiedad era de la Unión Española
de Explosivos. Según L. Pinedo Vara (1.963), la denominación de La Torerera se
debe a que la mina fue solicitada como concesión al día siguiente de celebrarse
una fiesta campera en la finca y en honor a la actuación de una señorita torera
con una res brava se decidió poner a la finca ese nombre, La Torera, pero por
error, se repitió la sílaba quedando su actual nombre. Unos años
después del cierre de la mina, en 1.947, se reanudan las extracciones y la
Unión Explosiva decide montar una gran fábrica donde se producía ácido
sulfúrico, nitrito, nitroglicerina y explosivos especiales.
Esta buena marcha hizo que resurgiera un poblado a su alrededor, cuyo núcleo
principal o pueblo de arriba se situó sobre un cerro. Las edificaciones que
componían éste núcleo eran: vivienda del director, viviendas de técnicos,
iglesia, viviendas para capataces o técnicos medios, casino, fonda y economato
y 8 núcleos de viviendas para trabajadores, haciendo un total de 61 viviendas. Posteriormente
se iniciaría la construcción del pueblo de abajo, formado por 36 viviendas y
que se situó al sur de la carretera que va a los Milanos. La población de La Torerera llegó a alcanzar
un censo de 1000 habitantes. En los años 60 y por diversos motivos, se llega al
cierre de la explotación minera. En los años siguientes se llegó a cultivar el
champiñón aprovechando las bocaminas y a partir de 1.970 cesa toda actividad en
la mina. En 1.986 la Administración Autónoma de Andalucía compra la finca a la empresa
Explosivos Riotinto y se empiezan a poner las bases para reactivar la zona,
creando un camping de futura apertura y gestionado por un grupo sindical. Lo
cierto es que en estamos en el 2.013 y todo sigue igual que al
principio.
CALAÑAS, 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario