Coincidiendo con la víspera de San Juan, el 24 de
junio de cada año, tienen lugar en el pueblo la recogida de sus campos y
huertas de toda clase de productos como pueden ser el rastrojo, la higuera, el
olivo, adelfa, perejil, etc. que por su significación particular son colocados
en las ventanas de las mozas . Así, si por la mañana encuentran: higuera (que te quiera tu abuela), rastrojo
(que te lo cojo), adelfa (te quiero con firmeza), olivo (que no te olvido),
perejil (que te lo vi).........
Día de San
Juan alegre
día triste
para mí
que
Juanillo se llamaba
la prenda
que yo perdí
Ole ole por
donde vas a misa.
ole ole que
no te veo
ole ole por
el empedradillo
ole ole que
han hecho nuevo.
Actualmente en la mayoría de sus calles, y por éstas mismas fechas,
tiene lugar la colocación de los llamados “pirulitos”, que están formados por
un palo de gran altura colocado verticalmente sobre el suelo y engalanado con
matas o arbustos típicos del lugar, como son la adelfa, la juncia, el
mestranzo, alguna que otra mata de poleo, etc. Tomando como base el palo, desde
él se cuelgan cadenetas y guirnaldas que van a cada lado de la calle y en su
base y ocupando unos buenos metros en derredor, se esparcen también las mismas
matas y arbustos antes citados.
Según Alfredo Moreno Bolaños en la revista El Minero Digital, los
pirulitos fueron traídos a la cuenca minera por los portugueses que en buen
número llegaban a trabajar a éstas minas procedentes del Algarbe portugués y
alrededor de los cuales se ejecutaba esa noche de San Juan una especie de danza
con la que se entonaba un canto ritual al compás del tin tín de un almirez de
bronce golpeado por una maza de metal.
Pirulito que bate que bate
Pirulito que ya bateó
Bateando va el almirecero
Y detrás bateando voy yo.
Era costumbre que
todo aquel que llegaba tarde al pirulito había de dar al menos dos vueltas al
mismo cantando la letrilla de esa popular canción. También el día de San Pedro,
suelen colocarse Pirulitos, aunque éstos, el palo está “pelao” y “pintao” y se
encuentra coronado por un muñeco. Todo lo anterior, acompañado de buenas comidas
preparadas por las vecinas de la calle, buenos vinos y algo de música , han
hecho que desde hace unos años, se retome el auge que años atrás tuvo ésta
manifestación popular, que mantiene a los congregantes hasta altas horas de la
noche en un estado de alegría y euforia.
CALAÑAS, 2012
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