Denominada a lo largo de los años como Plaza Albareda, Plaza de José
Antonio y actualmente, como Plaza de España, es el centro del pueblo. En ella
se encuentra enclavado el Ayuntamiento y justo al lado, la Iglesia de Santa
María de
Gracia.
Plaza Ayuntamiento siglo XIX
El
6 de febrero de 1.722, la Junta Municipal presidida por Don Rodrigo Pérez
Baquero, toma conocimiento del proyecto redactado por el maestro Arquitecto Don
Jerónimo Sánchez López, con un presupuesto de 341 ducados. Las obras son
ejecutadas por Don Lorenzo López Domínguez, siendo terminadas en 1.722, en la
cantidad de 383 ducados. En el Pleno
Municipal que presidió Don Rodrigo Vaquero, el día 4 de abril de 1.835 , entre
otras cosas decía: “.. que uno de los fines de la enajenación de fincas de
éstos propios y repartimientos de la Dehesa nombrada La Vieja, sea para
reedificar las Casas del Ayuntamiento y Cárcel”. El día 3 de agosto de 1.837,
se dio conocimiento al Ayuntamiento del escrito que formula el Procurador
Síndico Don Mateo Gómez, en el que se pide la urgente reedificación del
edificio del Ayuntamiento:
“...tal es que en el año de
1.810 cuando la guerra de la independencia, mostrándose este Pueblo con la
exaltación de su libertad, fue hostil al Capitán del Siglo, reunieron polvora
en las Casas Capitulares de este dho Pueblo, hora por él hora por los enemigos,
al retirarse una de las veces que lo dejaron, le prendieron fuego a los
barriles que en ella de dha especie se hallaban y volaron las especificadas
Casas, quedando solamente algunos muros útiles y que por su construcción aún se
conservan a pesar de haber bramado todos los elementos de ellos. Por esta
ocurrencia se perdió la mayor parte del archivo así de las escribanías públicas
como de la secretaría del Ayuntº cuyos restos han andado y andan ambulantes por
carecer de dhas casas. La misma ocurrencia ha dado lugar a que se halle la
Corporación municipal en una epecie de choza, pues aunque casa regular sin
embargo sin sala a propósito Capitular pues apenas cabe la
Corporación....suplica se sirva nombrar personas de toda veracidad y
conocimientos integros en la materia para que formen la información de utilidad
y necesidad urgentísima..”
La Corporación nombró por
personas idóneas integras y suficientes a don Francisco Chaparro, Don Bartolomé
Tejero y don Pedro Romero Raya, los cuales informaron y coincidieron en la
necesidad urgente de tal reedificación. En septiembre del mismo año, la
Corporación nombró a don José Sayas, Maestro de Arquitectura aprobado por la
Academia de San Fernando para el reconocimiento de la obra necesaria.
Así, el día 8 de diciembre
de 1.837, Don Francisco de Zayas y Rivero, Maestro de Obras y arquitecto, emite
un certificado en el se dice: “..... que por orden del Ayuntamiento de Calañas
he pasado a dicho pueblo con el objeto de reconocer la obra que necesitan las
Casas Capitulares del mismo, y en su visita hayo estar todas al descubierto y
faltas de los entramados y parte del muro de fachada, por la explosión de un
poco de pólvora que dieron fuego en la época de la invasión de los franceses en
el año 1.810 a 1.812, por lo que se hace imprescindible construir de nuevo la
fachada desde asiento de imposta y mucha parte desde la superficie y uno de los
arcos del piso principal en donde se hallaba el Archivo resanando todos los
muros de traviesas y medianeros echando de nuevo los entramados de todo el piso
principal que consta con inclusión de sus muros de 175 ½ varas superficiales,
solerías de altos y bajos, construir la escalera y la cubierta de todo el
edificio, de madera de pinos de la tierra poblada de tablas y tejas, los huecos
de la fachada principal constarán de puerta y ventana baja, y dos balcones en
el piso principal, y en su costado de dos ventanas y una puerta en el piso
bajo, y un balcón y ventana en el alto, teniendo presente que todos los huecos
menos el de la ventana que comunica a la cárcel deben tener cuando menos el
duplo de su ancho, menos el de la referida cárcel que deberá ser apaisado; su
material construcción penderá de cal de Bonares, piedras y ladrillos del
Pueblo, maderas del mismo menos las de las puertas que deberán ser de pino de
flandes (los forros cuando menos) .
Rejas en los balcones y ventanas con su
correspondiente herraje en las referidas puertas y ventanas, solerías altas y
bajas de ladrillos raspados, una grada en la cárcel para sentarse los presos y
dormir, elevado del suelo, otra escalera falsa para el disfrute de las
habitaciones interiores y que no se comunique por la principal, con todo lo
necesario para la referida obra como maderas para andamios, trallas, cubos,
azadas, espuertas y demás útiles que habiendo dado valor a la mano de obra y
efectos referidos, tajo que ascenderá a la cantidad de veinte y cuatro mil y
quinientos reales de vellón poco más o menos. Es cuanto puedo decir en
cumplimiento a mi obligación. Sevilla 8 de diciembre de 1.837. José de Zayas y
Rivero”.
El día 22 de abril de 1.838 se celebra la subasta de
la obra, adjudicándosela a Don Juan y José Serrano, con un presupuesto de
24.470 reales de vellón, siendo fiador Don Diego Ortíz Mayor. También a lo
largo de los años, sufrió múltiples innovaciones adaptándose a los tiempos
actuales, aunque no por ello mejorando su primitiva fisonomía.
Era en la década de los sesenta el “paseo de invierno” para la
juventud y también lugar de juegos para los más pequeños. Es el centro de
reunión de la gente del pueblo, el lugar de citas, de referencias: “ nos vemos
en la Plaza”, “ suba Ud. hasta la Plaza y luego....”, “salimos desde la
Plaza”......etc.
CALAÑAS, 2015